Somos unos apasionados de las aceitunas y los encurtidos. Nuestras raíces navarras, por parte de la familia materna, y andaluzas, por parte de la familia paterna, nos han hecho amantes del campo, de su gente y de sus productos.
Rafael Rubio y Carmen Sarasa crearon la empresa en el año 1968 en Andosilla, Navarra. Rafael conocía bien el mundo de las aceitunas. Su padre, de origen andaluz, conocedor de los procesos de elaboración de
“NUESTRAS RAÍCES NAVARRAS Y ANDALUZAS NOS HAN HECHO AMANTES DEL CAMPO, DE SU GENTE Y SUS PRODUCTOS”
En las instalaciones de Almendralejo (Badajoz) llegan todas las aceitunas compradas a los agricultores y cooperativas y se realiza el proceso de entamado: limpieza y conservación de las aceitunas.
Finalizados los diferentes procesos de fermentación, dependiendo de su estilo y variedad, las aceitunas se envían a la planta de Andosilla, Navarra. Allí se realizaba todo el proceso de aliñado, inspirado en recetas tradicionales y explorando siempre nuevas fórmulas para optimizar la textura y el sabor de cada variedad de aceituna. Haciendo “gastronomía” de la aceituna y los encurtidos.
Este fue el legado de Rafael y Carmen. Un compromiso con el campo, con la tradición, con el buen comer y con el equipo humano que les ayudó a conseguir su sueño. Ser fiel a este legado es y será la esencia de SARASA que cada generación mantendrá vivo adaptándolo a sus tiempos.
la aceituna y de la construcción de bocoyes (toneles de madera similares a las barricas, pero de mayor tamaño) utilizados para la fermentación y conservación de la aceituna, se desplazó a Navarra ante la creciente demanda de fabricación de estos para la exportación de pimientos a EEUU, donde conoce a la que sería su mujer y madre de Rafael. El buen saber hacer de Rafael, herencia de su padre, y la obsesión de Carmen por la calidad y el detalle en cada producto, sentaron la esencia de SARASA.
La primera parte de su trabajo, consistía en conocer bien a los agricultores para seleccionar la mejor materia prima durante la recolección. La calidad fue siempre su prioridad, y seleccionar de primera mano la materia prima era la base de todo el proceso.
“UN COMPROMISO CON EL CAMPO, LA TRADICIÓN, EL BUEN COMER Y EL EQUIPO HUMANO”
Somos unos apasionados de las aceitunas y los encurtidos. Nuestras raíces navarras, por parte de la familia materna, y andaluzas, por parte de la familia paterna, nos han hecho amantes del campo, de su gente y de sus productos.
Rafael Rubio y Carmen Sarasa crearon la empresa en el año 1968 en Andosilla, Navarra. Rafael conocía bien el mundo de las aceitunas. Su padre, de origen andaluz, conocedor de los procesos de elaboración de
“NUESTRAS RAÍCES NAVARRAS Y ANDALUZAS NOS HAN HECHO AMANTES DEL CAMPO, DE SU GENTE Y SUS PRODUCTOS”
la aceituna y de la construcción de bocoyes (toneles de madera similares a las barricas, pero de mayor tamaño) utilizados para la fermentación y conservación de la aceituna, se desplazó a Navarra ante la creciente demanda de fabricación de estos para la exportación de pimientos a EEUU, donde conoce a la que sería su mujer y madre de Rafael. El buen saber hacer de Rafael, herencia de su padre, y la obsesión de Carmen por la calidad y el detalle en cada producto, sentaron la esencia de SARASA.
La primera parte de su trabajo, consistía en conocer bien a los agricultores para seleccionar la mejor materia prima durante la recolección. La calidad fue siempre su prioridad, y seleccionar de primera mano la materia prima era la base de todo el proceso.
En las instalaciones de Almendralejo (Badajoz) llegan todas las aceitunas compradas a los agricultores y cooperativas y se realiza el proceso de entamado: limpieza y conservación de las aceitunas.
Finalizados los diferentes procesos de fermentación, dependiendo de su estilo y variedad, las aceitunas se envían a la planta de Andosilla, Navarra. Allí se realizaba todo el proceso de aliñado, inspirado en recetas tradicionales y explorando siempre nuevas fórmulas para optimizar la textura y el sabor de cada variedad de aceituna. Haciendo “gastronomía” de la aceituna y los encurtidos.
Este fue el legado de Rafael y Carmen. Un compromiso con el campo, con la tradición, con el buen comer y con el equipo humano que les ayudó a conseguir su sueño. Ser fiel a este legado es y será la esencia de SARASA que cada generación mantendrá vivo adaptándolo a sus tiempos.
“UN COMPROMISO CON EL CAMPO, LA TRADICIÓN, EL BUEN COMER Y EL EQUIPO HUMANO”
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HISTORIA
1968
NACE SARASA
Rafael Rubio y Carmen Sarasa inician SARASA en el pueblo navarro natal de Carmen, Andosilla. Unieron la tradición de la elaboración de aceitunas del sur de España con la tradición del encurtido de vegetales de Navarra.
1976
COMIENZA LA EXPANSIÓN
Empieza la distribución de las aceitunas y encurtidos Sarasa en el Norte de España.
1980
MODERNIZACIÓN
El crecimiento del negocio, en los años 80, impulsa la automatización de las líneas de producción y la ampliación del surtido de producto.
1991
CONSOLIDACIÓN
A principios de los 90 se empieza a asistir a ferias internacionales para abrir el mercado de exportación. La marca se consolida en la zona Norte y centro de España, así como en las islas.
1998
AMPLIACIÓN DE INSTALACIONES
A finales de los 90, la buena marcha de la compañía, hace que tengan que ampliarse las instalaciones de Andosilla.
2017
NUEVA PLATAFORMA LOGÍSTICA
Durante la primera década del 2000 se apuesta por seguir creciendo y dar un mejor servicio a nuestros clientes, adaptándose a sus necesidades. Por este motivo, en 2017 se inaugura una nueva plataforma logística en la localidad de Cárcar.
2021
RENOVACIÓN DE IMAGEN
INNOVACIÓN Y SOSTENIBILIDAD
Renovamos la imagen de SARASA para hacer frente a una nueva etapa que tiene por objetivo aportar soluciones de aceitunas y encurtidos para diferentes momentos de consumo, adaptándonos a las tendencias de consumo y al estilo de vida de nuestros consumidores.
Manteniendo la esencia de nuestros inicios y reforzando nuestro compromiso con la calidad y la sostenibilidad.